sábado, 19 de mayo de 2012

Entre ruinas

Des de la selva sigo escribiendo para ustedes, mis avezados y escasos lectores!
El escrito de hoy va dedicado a las Misiones o Reducciones Jesuítico-Guaraníes. Allá por 1580 la Compañía de Jesús llegó a la cuenca del río Paraná, que ocupa desde Asunción (Paraguay) hasta Sao Paolo (Brasil) y al sur toda la provincia de Misiones, de ahí el nombre. En la época llegó a haber hasta 30 de estos poblados, que eran de hasta 7000 personas. Yo he visitado 3 de ellas y en todos me han hecho una completísima visita guiada. Me resulta extremadamente interesante saber de otras culturas, historia, etc ya que me declaro inculto en cuanto a historia de América! Así que ya soy un poco, poco, menos inculto ahora. 
Lo curioso es que en estos lugares se practicaba una semi-democracia (s.XVI-XVII-XVIII, recordemos!) y se respetaron bastantes de las costumbres de los guaraníes. Esto en parte fue así porque la religión guaraní tiene muchos parecidos con la católica, como por ejemplo la existencia de un dios creador, el bien (dios) y el mal (el diablo), un paraíso, división cuerpo-alma, etc. Y bueno, obviamente me han explicado cientos de cosas más, pero tampoco quisiera aburrir a mi público.
Como dato final, las misiones fueron abandonadas por los jesuitas allá por 1800 (años arriba, años abajo) y los guaraníes volvieron a sus poblados originarios o fueron a las ciudades a trabajar.
Lo bonito de estas ruinas es que se encuentran en mitad de la selva, por lo que existe un contraste de 3 colores (rojo, verde, azul) precioso, aparte de la historia que rodea todo, claro.

Viviendas de la Reducción de San Ignacio Miní

Talleres y claustro de San Ignacio.

Fachada lateral del templo y pórtico al claustro, San Ignacio.

Fachada principal del templo de San Ignacio.

Parque Provincial Teyú-cuaré, en la localidad de San Ignacio. Vista del río Paraná, con la isla del Toro en frente y Paraguay a la derecha.

Curiosa formación rocosa del Parque, con el Paraná detrás de las palmeras


Higuerón cubriendo una columna, en las ruinas de la Misión de  Nuestra Señora de Loreto

Pared lateral del templo de la Reducción de Santa Ana.

Fachada de la escuela y talleres de Santa Ana.

Aunque estas imágenes no son tan espectaculares como otras que he colgado, lo cierto es que me ha resultado muy enriquecedor la visita a estos 3 lugares, aparte de la belleza que poseen.
De esta forma os animo a tener siempre los ojos abiertos y los oídos limpios, para que uno siempre esté bien abierto a toda forma de saber y formarse como persona.

Muy buenas noches a todos, desde la selva sigo sin olvidaros y recordaros a todos cada día!

Salud y felicidad para todos!!!

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