Después de unos cuantos días internado en la selva chaqueña, vuelvo a las andanzas literográficas para mostrar un poco del trabajo que hemos realizado estos últimos días.
El estudio en cuestión trata sobre la comparación del comportamiento de cuatro grupos de Alouatta caraya (mono aullador negro y dorado), dos en un ambiente continuo (el interior del Parque Nacional Chaco) y dos en un ambiente fragmentado/degradado (fuera del parque). Así pues el trabajo ha consistido en seguir a los preciosos y adorables monitos por la selva y anotar todo lo que hacían, a qué altura lo hacían y en qué árbol, por lo que he tenido que hacer un sprint memorístico sobre los árboles chaqueños para poderlos diferenciar, pero ha valido la pena, por todo lo que he aprendido sobre primates.
Sólo hace un día que estoy de vuelta en la ciudad, pero ya extraño el trabajo, los monos y la naturaleza... por suerte estoy esperando a que me agarren en otro proyecto, quién sabe sobre qué!
Sin más dilación, os dejo, como siempre, con algunas fotos de estos días.
Río negro, a su paso por el Parque
¡El nuevo Jane! jijiji
Fabi, con su bebecito en brazos
Una joven hembra subida en un ombú
León, el macho alfa de uno de los grupos
Y otra hembra comiendo con su infante ya crecidito
Para cerrar el día de hoy, esta foto de un precioso atardecer en el parque, símbolo de la belleza interior de la que me han llenado estos simpáticos parientes nuestros, no pudiendo jamás negar nuestra relación, tanto evolutiva como social, por vivir y compartir algo tan bello como una naturaleza indómita.
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