Este viernes nos fuimos a hacer la más clásica (y primera construida) de las vías ferratas de
nuestro país, la Teresina. Parte del monasterio de Santa Cecilia (678m.)
y sube hasta el mirador de Sant Jeroni (1237m.). Durante buena parte de
la vía tienes la sensación de estar colgando sobre el vacío, y de hecho
es así, cuelgas literalmente del cable de vida, de cadenas o grapas y
tienes que ir ingeniándotelas para subir o bajar por paredes, a veces
resbaladizas, con la única ayuda de algunos salientes de roca. Quizá
parezca muy espectacular, pero lo mejor son las vistas y la sensación de
libertad y contacto con la montaña que se tiene. Si alguien es
aficionado a la montaña, a la escalada, y tiene algo de forma física
(sabéis todos que no soy ningún ironman) que haga esta vía, no se
arrepentirá. Desde la subida por la canal hasta la larguísima chimenea
final, todo es increible.
Y como testigo os dejo algunas fotillos.
Saludos y montaña para todos!!
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